Cambio de estación, cambio de Calzado

Es época de hacer cambio de armario, esto incluye hacer cambio de calzado, pasamos de llevar un zapato cerrado con un poco de tacón a llevar sandalias y zapatillas desatadas, con una suela más baja y blanda.

Cambio de calzado

Llega el verano y las ganas de disfrutar de las vacaciones paseando por las playas de la Costa Dorada como Cambrils, Vilafortuny, Salou, Hospitalet, Miami… cambiamos el asfalto de la ciudad de Reus por arena, cambiamos el zapato cerrado de la oficina por unas sandalias o unas chanclas, y todo esto conlleva a un proceso de adaptación para evitar lesiones.

Si miramos hacia atrás en el tiempo, es cierto que el pie está preparado para ir descalzo gracias a la grasa plantar, viendo, que esta es más dura y resistente. De esta forma nos ayuda a proteger las distintas articulaciones y estructuras que se encuentran en la superficie de la planta del pie. Pero, también es cierto que desde que nacemos hemos llevado zapato, sobre todo cerrado y apretado al pie.

Expertos en la materia confirman que hacer el cambio de calzado durante las diferentes estaciones del año es un factor positivo, ya que, durante la época de calor, pasamos de llevar un zapato cerrado a llevar un zapato abierto que favorece la expansión del pie, y este puede respirar de forma natural.

Pero, debemos tener en cuenta que el cambio de calzado tiene que ser lento y progresivo, ya que, en caso de no hacer un buen proceso de adaptación, podemos sufrir dolor e incapacidad para llevar a cabo nuestras actividades diarias, pudiendo limitar nuestro trabajo, nuestro tiempo de ocio… en términos generales nuestro día a día.

 Cuatro tipos de calzados para tener opciones para hacer un cambio de calzado.

Por otro lado, aparte de gestionar el tiempo de adaptación, debemos tener en cuenta que tipo de zapato es el óptimo para nuestro pie. Distintos investigadores afirman que el calzado de verano, como las sandalias y las chanclas que sujetan el pie mediante una tira entre el primer y el segundo dedo con la suela delgada, es un tipo de calzado contraindicado para andas. Se desaconseja este tipo de calzado, ya que puede provocar sobrecarga en la fascia plantar, inestabilidad en el tobillo, dedos en garra… en resumen dolor en el pie.

Por lo tanto, en el momento de escoger un calzado de verano es importante escoger modelos de zapatos que incorporen una correcta sujeción del pie mediante tiras del talón hacia la parte anterior del pie y con un poco de tacón, siempre, intentando respetar la altura del tacón al que estamos acostumbrados.

Consejos y recomendaciones

A continuación, os dejamos una serie de consejos y recomendaciones para poder hacer el proceso de adaptación del cambio de calzado sin que nuestros pies se resientan:

  1. Gestión óptima de la altura del tacón/drop → respetar la altura del tacón/drop que estamos acostumbrados
  2. Realizar actividades descalzas → breves paseos descalzos por casa o por la playa
  3. Entrenar la musculatura intrínseca del pie → realizar ejercicios específicos de potenciación muscular
  4. Potenciar la musculatura de la cadena posterior de la pierna → gemelos, soleo e isquiotibiales
  5. Pide cita y protege tus pies del cambio de calzado

¡Si tu los apoyas, ellos te apoyan!

Gisela Cisa
Fisioterapeuta